miércoles, 30 de enero de 2013


Tormentas, Temporales, Ciclogénesis Explosivas.....


Cuando era pequeña, disfrutaba como una loca de los temporales, ese momento de llegar empapada a casa y sentir el calor repentino de un hogar calentito o ir corriendo a la cama de tus padres, porque tienes miedo del ruido que hace el viento al chocar contra tu ventana, ¡era una sensación indescriptible de seguridad y protección a raudales!.

Ahora, desde que gran parte de mi vida son las mermeladas, y por consiguiente, dependo del buen estado de mi huerta y frutales....¡tiemblo cada vez que veo una nube oscura rozar la copa de mis naranjos o limoneros! y ¡ay!, ¡ de esas pequeñas piedras, llamadas granizo, que impacten en mis mandarinas! por que son y serán el centro de toda mi ira hasta que, después de haber hecho el "spring" de mi vida, compruebe que  todo o casi todo, esta intacto y donde lo dejé la última vez.

¡Cómo puede cambiar la vida en un periquete!, tan solo por decidir que vas a hacer una nueva variedad de mermelada, ya tienes a otro árbol del que no te despegas y es el motivo de tus desvelos en los días de tormenta, en vez de estar disfrutando del viento y la lluvia mientras saltas charcos o te tomas un chocolatito calentito tirada en el sofá con una manta.

A pesar de todo, a veces, cuando consigo esconderme de mis nuevas y nimias preocupaciones, sigo yendo a donde no llueve, sino a donde caen cascadas del cielo, para empaparme, saltar charcos y volver corriendo a mi casa, porque hay recuerdos, sensaciones y sobre todo, unas ganas locas de disfrutar de las pequeñas cosas que te hacían y te hacen feliz en el fondo, que ni las tormentas, ni el estado de la fruta y hortalizas me pueden quitar.

Así que, ¡a disfrutar del mal tiempo!.


Yo, buscando charcos en los que saltar.

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